albertomini
New member
Hola,
El problema que tengo es un viejo conocido: me cerdean los trastes de la guitarra barroca que acabo de hacer. La razón es que la altura de las cuerdas sobre el diapasón es más bien tirando a baja (cómodo para tocar pero...) porque el mástil me ha quedado perfectísimamente horizontal (en un pimer intento se me vino para adelante y lo corregí). Al comenzar a poner los trastes de tripa, comencé por 1.20 mm de calibre en el primer traste y todo bien, claro. Con el segundo empieza el problema: si pongo 1.15, cerdea; con 1.10 también!. Al final puse 1.00 mm. en el 2º para un sonido totalmente limpio. En el 3º funciona 0.85 mm. En resumen: a este paso, en el 5º traste se me van a acabar los calibres.
MI PREGUNTA: SI ME DECIDO A RECTIFICAR EL DIAPASÓN (CONSEGUIR UN POCO DE ALTURA-SEPARACIÓN RESPECTO A LAS CUERDAS SIN TOCAR EL PUENTE, CLARO) ¿CÓMO SE DEBERÍA REBAJAR? ¿TODA LA SUPERFICIE IGUAL O DE FORMA PROGRESIVA DESDE LA CEJUELA HACIA LA TAPA?
MUCHAS GRACIAS DE ANTEMANO A QUIEN SE TOME LA MOLESTIA DE AYUDARME.
ALBERTO
El problema que tengo es un viejo conocido: me cerdean los trastes de la guitarra barroca que acabo de hacer. La razón es que la altura de las cuerdas sobre el diapasón es más bien tirando a baja (cómodo para tocar pero...) porque el mástil me ha quedado perfectísimamente horizontal (en un pimer intento se me vino para adelante y lo corregí). Al comenzar a poner los trastes de tripa, comencé por 1.20 mm de calibre en el primer traste y todo bien, claro. Con el segundo empieza el problema: si pongo 1.15, cerdea; con 1.10 también!. Al final puse 1.00 mm. en el 2º para un sonido totalmente limpio. En el 3º funciona 0.85 mm. En resumen: a este paso, en el 5º traste se me van a acabar los calibres.
MI PREGUNTA: SI ME DECIDO A RECTIFICAR EL DIAPASÓN (CONSEGUIR UN POCO DE ALTURA-SEPARACIÓN RESPECTO A LAS CUERDAS SIN TOCAR EL PUENTE, CLARO) ¿CÓMO SE DEBERÍA REBAJAR? ¿TODA LA SUPERFICIE IGUAL O DE FORMA PROGRESIVA DESDE LA CEJUELA HACIA LA TAPA?
MUCHAS GRACIAS DE ANTEMANO A QUIEN SE TOME LA MOLESTIA DE AYUDARME.
ALBERTO