En el afinado de la tapa (y fondo), como bien dice Fernando, Influyen más "cosas" que la nota fundamental que nos de la tapa. Me atrevería a decir que incluso son más determinantes los modos y su aportación y comportamiento que en que nota concreta estén afinados tanto la fundamental como sus correspondientes modos. Antiguamente se tendía a afinar mas arriba esa fundamental, también las guitarras eran algo más pequeñas y esto determina en cierto modo o hasta cierto punto esa afinación más alta. Entre 90 y 100 Hz. Muchas guitarras "modernas" están afinadas algo más abajo. En un rango próximo de la nota más grave que da la guitarra en afinación estandard. Más entre los 80 y 90 hz.
En cuanto a las tapas finas y gruesas, fundamentalmente varían el caracter de la respuesta de la guitarra y no tanto la afinación y/o modos. Esto suele depender varios factores y entre ellos, el tamaño o anchura de la tabla (o el tamaño de la plantilla) y los refuerzos que utilicemos. Una tapa gruesa puede estar afinada más abajo que una fina. La respuesta de frecuencias no depende solo del grosor, este es tan solo uno de los varios factores que determinan la respuesta global. Aun sin tener datos precisos me atrevería a decir que Torres elegía sus tablas bastante rígidas y posiblemete bastante densas también. De otro modo sería muy complicado conseguir que esas tapas tengan una buena definición y una buena respuesta en el extremo agudo del espectro sonoro. Lo habitual en tapas finas es tener problemas para conseguir una buena respuesta en esos registros como algunos habéis apuntado. Por el contrario, con tapas gruesas lo complicado es conseguir proyección y buenos registros graves. Tres típicos y buenos ejemplos de estas dos técnicas afrontando y resolviendo construciones con ambos tipos de grosores son Torres por un lado y sus finísimas tablas. Y Fleta o Hauser en el otro, con tapas habitualmente mucho más gruesas.