¡Enhorabuena Jaime! Se nota mucha profesionalidad en este trabajo (lo que ya estamos acostumbrados de ver de ti).
[...] Por un lado me siento muy satisfecho pues el resultado me satisface enormemente y por otro lado siento un "no sé qué" por no saber si he hecho bien introduciendo cambios en un instrumento con tantos años.
[...]
Entiendo tu "no sé qué", pero creo que ya no te deberías preocupar del asunto. Has resucitado la bandurria pensando en que se la toque y que tenga un sonido que de ganas para tocarla. En eso, esta bandurria comparte el destino de muchos violines muy antiguos de cuales casi ninguno se ha conservado en su estado original (como seguramente sabes, los cambios introducidos eran enormes).
Hace un año cuando he hablado con un director de un museo de instrumentos sobre este tema. Su opinión era que debe haber varios tipos de restauraciones / conservaciones de instrumentos, siendo (más o menos):
- conservar sin reparar,
- reparar para conservar y poder apreciarlo en su forma (más o menos) íntegra,
- reparar para tocar en ocasiones especiales, y
- reparar para que se toque el instrumento a base regular.
Cada uno de estos modelos de restauración tiene su justificación.
Me permito un ejemplo con los violines Stradivari: por un lado no tendría sentido que se guardaría todos los violines de Antonio Stradivari encerrados en vitrinas (ya no se podría tocar y escucharlos por falta del mantenimiento necesario que siempre será necesario, y que siempre implica perder "información" original). Por otro lado sería un crimen de sacar los dos últimos violines Stradivari que se han quedado en su estado original de sus vitrinas por "arreglarlos" para tocar (como cualquier reparación significa alejar el instrumento de su estado original, eso significaría borrar las últimas huellas, sin saber de qué huellas se trataba...). Estos últimos dos Stradivari deben quedar reservados como testigos y para la investigación porqué todavía no sabemos con qué métodos en cincuenta o cien, o doscientos años se podrá sacar nuevas informaciones de estos dos violines.
Menciono los violines (y no las guitarras) de Stradivari porque aquí el caso es bastante claro: hay relativamente muchos violines antiguos (adaptados a las necesidades de hoy) que se toca a base regular, y los que se quedan en los museos no significan una perdida para la "experiencia sonora del mundo".
Sin embargo, si la bandurria que has reparado hubiera sido la última de su género en el estado original ...ahora te arrepentirías. Pero supongo que hay todavía muchas bandurrias de este tipo (incluso del mismo constructor), así que la perdida debe ser no solamente soportable sino a favor del "balance" que he mencionado en el ejemplo de los violines.
Claro que la modificación del puente no es "históricamente correcta", pero... ¿estamos seguros que se trataba del puente original?
Claro que la tapa era más gruesa (y suponemos que es la tapa original), pero... ¿estamos seguros que era la intención era hacer una bandurria estable, pero tan estable que el resultado sonoro ya no da ganas de practicar (y mucho menos de tocar para otros)?
De nuevo: si se trataría de una de las últimas bandurrias de este tipo se debería pensar en conservarla como estaba. Pero en fin, normalmente se hace los instrumentos para tocarlos, y contemplando este caso de una bandurria que en su día no tenía un precio excesivamente caro podemos entender porqué no se han conservado instrumentos sencillos de hace mucho tiempo: si no han terminado en el fogón, algunos artesanos con talento, afición y amor los han convertido en instrumentos "ya no tan sencillos".
Una última observación mía sobre el "no sé qué".
Creo que sí, tenemos que hacernos estas preguntas cuando hacemos una reparación o restauración. También creo que en ningún caso se puede encontrar la solución perfecta. Siempre será un compromiso, y siempre tendremos que tomar la decisión en cuál de la categorías el instrumento a restaurar se va a quedar, teniendo en cuenta que desde algunas categorías no hay camino atrás.
Un saludo,
Markus