Lorca, muerte (sin resolver) de un poeta

Hola Julio;
No se sabe dónde descansan los restos de Federico García Lorca, ni tampoco creo que el asunto tenga mucho interés, sus familiares no lo han mostrado y es más, según parece se manifestaron en contra de su exumación.
Es la primera noticia que tengo de la existencia de ese libro que dices. De entrada diré que para mí carece de interés, pues lo que apareció en los medios de lo que dejó escrito el padre de la actriz Emma Penella, tras la muerte de ésta, no se sostiene en base a los datos históricos existentes al respecto. Ruiz Alonso, padre de la citada atriz y de la también actriz Conchita Montés, ante la previsible llegada del sistema demócrático huyó a los EE.UU. y de él nunca más se supo; así pudo eludir su responsabilidad en la perpetración del crimen.
Saludos cordiales.
 
Hola, apreciado Julio;
Tal vez mi anterior reseña resulte un tanto seca.
Por la figura de Federico siento una gran devoción. Fué hacia 1971 cuando se publicó el primer libro de Gibson, editorial Ruedo Ibérico. Yo leí una critica en The Guardian, de Londrés. Por aquel entonces aprendía inglés. El profesor dijo en cierta ocasión ante alumnos de otras nacionalidades que tenía un fuerte deseo: aprender español. Al preguntarle yo el motivo, contestó: "quiero llegar a ser capaz de leer a Cervantes y a Lorca en su propia lengua". Un día en clase comentando alguna metáfora en la poesía Shakespeare, preguntó qué poeta español del siglo había construido metáforas, presonificaciones y otras imágenes literarias de excepcional belleza. Los españoles no supimos contestar; en los libros de texto de Bachiller no aparecían, por aquel entonces, los nombres de Machado, Lorca, Alberti, Miguel Hernández, etc. si bien algunos profesores leían algún que otro pema de ellos en clase.
La muerta de Lorca fué una tragedia entre las miles y miles que tuvieron lugar por toda la geografía española; las ocurridas en Granada nunca caerán en el olvido porque entre ellas hubo una, la de Federico Garcia Lorca.
Saludos cordiales.
P.S..- Hace unos años el pueblo de Capilleira (La Alpujarra) bautizó una calle con el nombre del viñetista Martín Morales. Se reunieron con el citado un monton de intelectuales, artistas, (el cantante Miguel Rios estaba también), etc., y tuvimos la oportunidad de hablar con Gibson durante un rato. Al preguntarle por Ruiz Alonso nos dijo lo que aparece en mi anterior post, que este señor ante la llegada de la Democracia huyo a los EE.UU..
El acto, para nosotros algo inesperado, fue muy bonito: discursos desde el balcón del Ayuntamiento, recitado de poemas en los bares, musica, etc. Años antes mi mujer y yo habíamos visitado los lugares lorquianos de Granada y provincia, con la compañía, como "guia", del primer libro escrito por el citado hispanista sobre este tema...... .
 
Sabedor, en parte, de la gran labor que Julio Gimeno viene realizando como investigador en el campo de la guitarra, la noticia de la concesión de la Medalla Andrés Segovia por su aportación a la Cultura musical, que acabo de leer, me ha alegrado mucho, y esta alegría creo habrá sido general entre aquellos que de una manera u otra sentimos un gran fervor por este instrumento y, por ende, una gran curiosidad por conocer todo lo relacionado con el mismo. ¡Mi más sincera enhorabuena y felicidades, Sr. Gimeno¡.

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¡Hola apreciado Julio¡.
El calificativo de apreciado ya lo había utilizado en alguna reseña mía antes de saber de ese reconocimiento por parte de la Fundación Andrés Segovia. Ahora, lo habría subrayado de haber sabido cómo hacerlo.
Dicho esto, habida cuenta de la admiración que siento por Federico y Andrés, dos grandes españoles de Andalucía, y sabiendo que ambos debieron de encontrarse en más de una ocasión en la tertulia de jóvenes intelectuales del "Rinconcillo"(así creo se llamaba un Café existente en la Granada de antes de la Guerra Civil) te agradecería, querido Julio, dijeras algo relativo al trato y tal vez amistad que pudiera haber existido entre estos dos personajes. He pensado que, tal vez, nadie mejor tú puede hacerlo.
Saludos cordiales,
 
Dicho esto, habida cuenta de la admiración que siento por Federico y Andrés, dos grandes españoles de Andalucía, y sabiendo que ambos debieron de encontrarse en más de una ocasión en la tertulia de jóvenes intelectuales del "Rinconcillo"(así creo se llamaba un Café existente en la Granada de antes de la Guerra Civil) te agradecería, querido Julio, dijeras algo relativo al trato y tal vez amistad que pudiera haber existido entre estos dos personajes. He pensado que, tal vez, nadie mejor tú puede hacerlo.

Amigo Luis,

Gracias por tus amables palabras hacia mi persona.

Estoy con la vorágine del fin de curso en mi conservatorio. En unos días intento contestar a tu pregunta.
 
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