Hola amig@s del foro
De vuelta ya en Madrid, me encuentro con este artículo sobre el Oremus atribuido tradicionalmente a Tárrega. En este caso la evidencia de la fuente es rotunda, y el artículo es muy elocuente, y no precisa nada que añadir. Sí que tengo sin embargo, algunas reflexiones que me gustaría compartir.
Cuando leí que el Oremus provenía de una composición de Schumann, lo primero que hice fue buscar la partitura original, y alguna grabación de la obra de piano.
Para empezar, me resultó frustrante que la música impresa para piano resultase mucho más barata de lo que resulta la música de guitarra. ¿Hay demasiados guitarristas o demasiados pianistas?
Segundo: encontrar una grabación de la danza fantástica de Schumann, me costó sudores incluso en las "magníficas" tiendas de nuestra capital. Parece que lo de centrarse en grabar una y otra vez el repertorio trillado no es solo vicio de los guitarristas.
Bueno, al grano: al hojear la colección de composiciones de este hermoso álbum de Schumann, pasé de largo dos veces la Danza Fantástica
¡Tan distinta es su textura con respecto a nuestro guitarrístico Oremus! Mirando bien, no cabe duda que Oremus está extraído literalmente de la Danza Fantástica, concretamente de la parte de la mano derecha, dejando de lado algunos ajustes. Sin embargo, el carácter de la pieza de guitarra es tan diferente del original de piano, que casi se puede hablar de composiciones distintas. (La obra original de Schumann sería un buen reto para dúo de guitarras, y quizás efectiva).
No deja de llamarme la atención la ironía (involuntaria) de que una música desenfrenada como la Danza Fantástica del Albumblatter op. 124 de Schumann (para mí evoca algo parecido a un akelarre), se convierta en una sutil y sentida pieza religiosa. Ello no hace que Oremus sea una pieza original, pero no creo que Schumann fuera feliz viendo el Oremus como una composición suya. Quizás se pudiera llamar "homenaje a Schumann", aunque como tal sería poco creativo.
En mi opinión sería más justo denominarlo Oremus de Tárrega, basado en una composición de Schumann. De hecho parece que Tárrega tenía por costumbre citar las fuentes de sus composiciones, como se refleja por ejemplo en la colección de sus estudios publicada por Soneto (dejemos de lado el que sean todos suyos, o que se trate en parte de dudosas atribuciones).
Parece que como comenta Julio Gimeno, la atribución del Oremus a Tárrega se debe a un desliz de sus discípulos. Es razonable pensar que Emilio Pujol (un guitarrista a quien la historia aún no ha hecho justicia) no tuviera el conocimiento del repertorio pianístico de su maestro, y que considerase sinceramente esa obra de tal belleza lírica digna de Tárrega. Las atribuciones erróneas son un problema no solo en la música, sino también en la pintura, la escultura, la arquitectura... Sin evidencias concretas, puede que sigamos atribuyendo erróneamente multitud obras a autores que no lo son.
Vinedo la historia desde el lado positivo, gracias a que Oremus se ha creído durante mucho tiempo una obra original para guitarra, (y muy guitarrística), ha quedado arraigada en nuestro repertorio como ninguna otra de las transcripciones o arreglos de Tárrega.
Es una obra deliciosa de interpretar y de escuchar, que se presta a mil matices diferentes, y un ejercicio excelente tanto de técnica como de interpretación. Ójala se le hubieran atribuido erróneamente más transcripciones de otras de las composiciones del Albumblätter... la música de Schumann respira poesía, y sería una delicia poder tocarla sin remordimientos, ni complejos de interpretar repertorio "prestado" de otros instrumentos...
Un abrazo, y Gracias Julio por compartir tu artículo.
Santiago Porras
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