Samuel Diz

Socio de la AGA
Dos citas de Pepe Rey en Vihue-lista:


De interés para rondeños y cercanos, aunque sea una noticia un poco vieja ya:

Según el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, de don Pascual Madoz, Madrid, 1849, Tomo XIII, p. 562, en Ronda existían dos fábricas de cuerdas de guitarra, además de 10 de sombreros, 4 de chocolate y 3 de jabón.

De interés para madrileños y cercanos, aunque también sea una noticia algo vieja:

Según el "Manual de Madrid, descripción de la Corte y de la Villa", de don Ramón de Mesonero Romanos, 2ª edición corregida y aumentada, Madrid, 1831, p. 242, existían en Madrid en esa fecha 6 fábricas de cuerdas de guitarra, además de 15 talleres de guitarras. "En las fábricas de pianos se construyen de todas clases y con mucha perfección". Aparte de eso, "en las fábricas de cerbeza se venden diariamente 8.000 botellas".
 
Dos citas de Pepe Rey en Vihue-lista:

Muchas gracias, querido Samuel, por traer aquí las siempre interesantísimas informaciones que proporciona Pepe Rey allá donde escriba.

De interés para rondeños y cercanos, aunque sea una noticia un poco vieja ya:

Según el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus posesiones de Ultramar, de don Pascual Madoz, Madrid, 1849, Tomo XIII, p. 562, en Ronda existían dos fábricas de cuerdas de guitarra, además de 10 de sombreros, 4 de chocolate y 3 de jabón.

He echado mano de mi Madoz para traer aquí el párrafo completo sobre las artes y las industrias en Ronda:


Madoz_2_fab_gt_Ronda.jpg

Y, ya que me había llenado un poco las manos de polvillo de papel, he mirado qué había, en el Madrid que reseñó Madoz, acerca de cuerdas y de guitarras.

Y he encontrado un par de datos interesantes. Parece que aunque, como nos dice Mesonero, Madrid tenía más de una docena de guitarrerías y media de fábricas de cuerdas de guitarra en 1831 (número que seguramente no se modificaría demasiado en décadas posteriores) también existió una cierta demanda de cuerdas y de instrumentos que llegaban a Madrid procedentes de otros lugares de España o del Extranjero.

Durante todo el año 1847 entraron a través de las cinco puertas de Madrid 240 tiros de cuerdas de guitarra:

Madoz_ent_cuerdas_gt_Madrid_1847.jpg


¿Qué era un 'tiro'? ¿Una o varias cuerdas?

En caso de que lo entendiésemos como sinómimo de 'juego' o 'pequeño grupo' (el término para unas 30 cuerdas era -y sigue siendo- 'mazo') el dato podría interpretarse como 240 juegos de tres cuerdas, es decir, 720 cuerdas). Si, por el contrario, viésemos 'tiro' como la forma de llamar a una sola cuerda (con independencia de su grosor) de longitud suficiente para ser colocada en una guitarra, la cantidad sería simplemente de 240 cuerdas. Los distintos 'géneros' y 'efectos' que atravesaban las 'puertas de entrada y aduana' de Madrid se veían sujetos al pago de un cierto porcentaje sobre su valor de acuerdo con los arbitrios establecidos por el Ayuntamiento de la ciudad. En la tabla de Madoz vemos que cada 'tiro' de cuerdas de guitarra se tasaba (para luego aplicar el arbitrio que, en este caso, era de un un 1%) en 2 reales por unidad (por 'tiro'). Por otras fuentes sabemos que diez años antes, en 1837, el precio de venta en mazos de las cuerdas en Madrid oscilaba entre 1,3 y 1,6 reales cada cuerda (dependiendo de si se trataba de primeras, segundas o terceras), así que lo más probable es que el número de cuerdas que pasó por la aduana madrileña en 1847 fuera 240. En cualquier caso y desgraciadamente, tanto si se trata de 240 como del triple de esa cantidad, no hay que olvidar que las cifras que aporta Madoz son cifras oficiales y que, seguramente, muchos otros 'tiros' de cuerdas de guitarra, de violín y de arpa entrarían en Madrid por otros lugares que no fuesen precisamente las puertas de entrada a la Villa y Corte en las que era necesario declarar las mercancías.

Aunque imagino que no mucho, algo más difícil resultaría eludir el control de entrada si se trataba de objetos más voluminosos como lo eran los instrumentos musicales. En el caso de las guitarras, incluso teniendo en cuenta esta posible dificultad, las cifras son muy interesantes:

Madoz_ent_gts_y_tiples_Madrid_1847.jpg

Entraron en Madrid 20 guitarras y 254 guitarrillos (entiéndase tiples). Cada guitarra valorada, a efectos del arbitrio, en 12 reales y cada tiple en 4. Hay aquí varios asuntos muy interesantes a comentar.

En primer lugar el escasísimo precio de las guitarras en comparación con otros enseres y productos (un bastón: 3 reales, una camiseta de algodón: 6 reales, un par de palomas: 8 reales). Estas guitarras de 12 reales habrían de ser muy sencillas y destinadas al pueblo; por esos años Dionisio Aguado vendió una de sus guitarras por 28 duros (560 rs) advirtiendo que a él le había costado 30.

Los 4 reales de los tiples (los diccionarios de la época asocian 'guitarrillo' con tiple) están en razonable relación con los 12 de las guitarras: menos madera, menos trabajo y, seguramente, menos exigencia en la precisión sonora, pero ¿por qué esa relación tan enorme entre tiples y guitarras (20 frente a 254)? ¿Una guitarra por cada 12-13 tiples? ¿No se fabricaban tiples en Madrid? ¿Las puertas de Madrid llamaban 'guitarrillos' a las bandurrias? Ahí quedan esas preguntas en espera de respuesta.
 
Muchas gracias, querido Samuel, por traer aquí las siempre interesantísimas informaciones que proporciona Pepe Rey allá donde escriba.

Querido Luis, muchísimas gracias a ti por compartir con todos estos valorados contenidos tan específicos. Siento no poder dar respuesta a las preguntas que dejas en el aire, pero sí que suscribo tu observación sobre los precios populares de las guitarras. Aunque viéndolo a día de hoy no hay mucha diferencia, hablando de guitarras de iniciación / populares.
 
Por otras fuentes sabemos que diez años antes, en 1837, el precio de venta en mazos de las cuerdas en Madrid oscilaba entre 1,3 y 1,6 reales cada cuerda (dependiendo de si se trataba de primeras, segundas o terceras)

Y en mayo de 1831 (en la librería de Hermoso, frente a las covachuelas) se despachaban 'cuerdas romanas para guitarra á real cada una'.

Y ese mismo mes y año llegaron a Madrid cuerdas de Italia de la mejor calidad. Las primas de guitarra se vendían a 6 cuartos (unos 0,70 reales) y las de violín a un real.
 
Y en mayo de 1831 (en la librería de Hermoso, frente a las covachelas) se despachaban 'cuerdas romanas para guitarra á real cada una'.

Y, seguramente, este precio de un real en 1831 obedeció a la rebaja que se hizo en 1830. Hermoso dice en abril de 1830 que ha rebajado el precio de las segundas y terceras y que estas cuerdas 'que hasta ahora se han vendido á real y medio y a 2 rs., en adelante se venderán á real'.
 
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