Queridos amigos,
Cuando el Día de Reyes de 1936 Emilio Pujol tuvo en sus manos la 'Vihuela de París' en el museo Jaquemart-André, seguramente no tuvo el más mínimo problema en llamar a aquel instrumento vihuela. Un instrumento de la antigüedad de la 'Guadalupe' con seis órdenes dobles no hubiera podido identificarse con otro nombre. Bueno, por lo menos en el caso de Pujol, que sabía bastante bien lo que fue una vihuela. En cualquier caso, tampoco había mucha duda (insisto: para Pujol) porque este instrumento, con sus múltiples rosetas, era un 'casi-clon' del que tiene en sus manos el divino Orfeo en 'El Maestro' de Milán.
Del mismo modo, cuando en la segunda mitad del XX, ya con muchísimos más conocimientos de los que Pujol tenía en el 36, los investigadores encuentran un instrumento con forma de ocho, mango, tapa, fondo y dos aros, del que se constata fue utilizado por su propietaria (Mariana de Jesús) hasta su muerte en 1645, y que posee seis órdenes (el puente tiene agujeros para once cuerdas, cinco órdenes dobles y el primero simple) la conclusión es sencilla: con la terminología del momento aquello era una vihuela (lo que en esos años se conocía como 'guitarras de seis órdenes [dobles]' no aparecerían hasta algo más de cien años después de la muerte de la Santa).
Francamente, creo que no hay otra razón para que a este instrumento se le llamase vihuela y no encuentro ninguna para que ni entonces ni ahora se le llame de otra forma.
No quiero polemizar en el asunto, entre otras cosas porque mi conocimiento de ese instrumento se reduce a lo que se puede leer en trabajos de terceros y porque doctores tiene para esto la Santa Madre Iglesia, uno de los cuales (que seguramente sabe muchísimo del instrumento de la Santa) ha sido ya mencionado en este hilo.
Pero a la luz de todo esto...
A la luz de todo eso de arriba, decía, lo que no puedo hacer es dejar este hilo sin una mínima aclaración y que dentro de unos años (o unos meses) el incauto que lo lea siga pensando que alguien sabe lo que fue la 'morisca' del Arcipreste.
Nadie lo sabe. Nadie sabe con una mínima aproximación lo que fue (o cómo fue) el instrumento que le viene bien al Arcipreste para su descripción de la fiesta con atambores estruendosos. A menos, claro, que alguien haya tenido una charla con Juan Ruiz a través del tiempo y del espacio.
Yo creía que había quedado todo claro con el texto de Pepe Rey que ha citado Silvestre, y lo mismo ha sido así (ojalá), pero por si acaso me parece que lo más conveniente será dar una pincelada sobre cómo a lo largo de los años una serie de escritores y tratadistas (alguno no poco importante) han ido creando un constructo (gracias por el término, Silvestre) que lamentablemente no resuelve ningún problema (como debería hacer un constructo que se precie) sino que, desgraciadamente, lo crea.
Ya sabemos que en la primera mitad del siglo XIV Juan Ruiz menciona multitud de instrumentos, entre ellos la 'guitarra morisca' y la 'guitarra latina'. El Arcipreste no nos dice cómo eran esas guitarras y no conocemos ninguna fuente contemporánea que nos permita saber más o identificarlo con algún otro dato o documento.
Pero, antes o después, alguien tendría que salir y colocar el nombre a un instrumento de la iconografía o proceder a describir sus características. Seguramente muchos lo hicieron antes pero el autor y fecha más antigua que me viene ahora a la memoria es Mariano Soriano Fuertes y su Historia de la Música. En 1855 se publica el primer tomo de la Historia de la música española desde la venida de los fenicios hasta el año de 1850. En la página 105 Soriano nos explica cómo era la guitarra que mencionó Juan Ruiz. Es increíble que cuatro siglos después pueda hacerlo con tal exactitud, pero don Mariano procede (y tengo la impresión de que esto no lo toma de Ponzoa):
Bien. Ya la tenemos definida. ¿Para qué queremos más? Así que cuando un escritor del XIX quiere describir las costumbres de Andalucía, siendo la guitarra el paradigma de lo andaluz y de lo español, ¿por qué no mencionar la 'guitarra morisca'? Y, ya puestos, la apriscamos con el instrumento que se nos antoje:
Don Benito Mas y Prat, en gesto patriota y nacionalista, no sólo describe la 'morisca' como pariente de la bandurria o vihuela de péñola, sino que da cuenta de la victoria final de la 'latina' sobre la africana. Esto ocurre en un artículo que publica La Ilustración Española y Americana el 22 de julio de 1882.
Abriese la fiesta don Mariano u otro personaje anterior, la 'morisca' toma entidad y forma, y alguien tan importante y poco sospechoso como Felipe Pedrell, maestro de Manuel de Falla e instigador de los intereses musicológicos de Pujol, no se corta un pelo cuando nos habla del tan traído y llevado instrumentejo (si es que era pequeño, que esto es otra suposición, esta vez mía para no desentonar):
Después de que Pedrell aporte toda esta información en su Emporio científico é histórico de organografía musical antigua española (1901), a ver quién es el valiente que cuestiona la existencia y definición del controvertido instrumento. Y, a partir de ahí, serán decenas los libros y artículos que mencionen, repitan, alteren, supongan, y, en definitiva, tergiversen la referencia al instrumento.
Y todo por un nombre...
Querido Arcipreste: Fue usted poco previsor. Ya vé la que hemos liado. Podía Vuestra Ilustrísima haber gastado un poco más de tinta en una anotación al margen de su poema y darnos alguna info de interés y no sólo un nombre.
Porque eso es lo único que tenemos: un nombre.
Y ahora, queridos amigos, les dejo que me voy un ratito a tañer mi 'guitarra morisca'...
Cuando el Día de Reyes de 1936 Emilio Pujol tuvo en sus manos la 'Vihuela de París' en el museo Jaquemart-André, seguramente no tuvo el más mínimo problema en llamar a aquel instrumento vihuela. Un instrumento de la antigüedad de la 'Guadalupe' con seis órdenes dobles no hubiera podido identificarse con otro nombre. Bueno, por lo menos en el caso de Pujol, que sabía bastante bien lo que fue una vihuela. En cualquier caso, tampoco había mucha duda (insisto: para Pujol) porque este instrumento, con sus múltiples rosetas, era un 'casi-clon' del que tiene en sus manos el divino Orfeo en 'El Maestro' de Milán.
Del mismo modo, cuando en la segunda mitad del XX, ya con muchísimos más conocimientos de los que Pujol tenía en el 36, los investigadores encuentran un instrumento con forma de ocho, mango, tapa, fondo y dos aros, del que se constata fue utilizado por su propietaria (Mariana de Jesús) hasta su muerte en 1645, y que posee seis órdenes (el puente tiene agujeros para once cuerdas, cinco órdenes dobles y el primero simple) la conclusión es sencilla: con la terminología del momento aquello era una vihuela (lo que en esos años se conocía como 'guitarras de seis órdenes [dobles]' no aparecerían hasta algo más de cien años después de la muerte de la Santa).
Francamente, creo que no hay otra razón para que a este instrumento se le llamase vihuela y no encuentro ninguna para que ni entonces ni ahora se le llame de otra forma.
No quiero polemizar en el asunto, entre otras cosas porque mi conocimiento de ese instrumento se reduce a lo que se puede leer en trabajos de terceros y porque doctores tiene para esto la Santa Madre Iglesia, uno de los cuales (que seguramente sabe muchísimo del instrumento de la Santa) ha sido ya mencionado en este hilo.
Pero a la luz de todo esto...
y todo apunta a que más bien se trata de una guitarra morisca.
Lo que quise decir es que esta más emparentada con una guitarra morisca o un laúd moro
la tapa armómica esta construída de manera similar a la de un laúd moro, con la misma variedad de grosores que este y la guitarra morisca poseían,
En fin, no se si será vihuela o guitarra morisca , pero descartar que se sea vihuela con los datos que porporcionas me parece aventurado y falto de base; y vuelto a repetir que no digo que con esto sea vihuela y no guitarra morisca como afirmas; quiero decir que en base a los datos que aportas no considero que se haya probado nada; de 3 personas que la han estudiado, Carlos González, Egberto Bermúdez y Belerpape , 2 parece que afirman que es vihuela y uno guitarra morisca con lo el estado de la cuestión parece que no está tan claro...
pero si me sacas a relucir un concepto como el de guitarra morisca, que no entiendo aplicado a un instrumento de los siglos XVI ó XVII (y esto al parecer no es una falta mía, por lo que sospecho que quiere decir Luis Briso de Montiano en su mensaje en este hilo, sino que se debe a que la denominación de guitarra morisca es de otra época y no existe una relación aceptada entre el término y la organología de un instrumento concreto),
Por otro lado , yo tampoco tengo claro el concepto de guitarra morisca , lo he empleado porque lo empleó Carlo; se que hubo un instrumento denominado guitarra morisca el la Edad Media, ese que nos muestra Luis en la ilustración de las Cantigas
sólo intento entender a que se refiere con "guitarra morisca": qué características le son propias y la diferencian sustancialmente de la guitarra judaica, de la guitarra luterana, de la guitarra contrarreformista...
A la luz de todo eso de arriba, decía, lo que no puedo hacer es dejar este hilo sin una mínima aclaración y que dentro de unos años (o unos meses) el incauto que lo lea siga pensando que alguien sabe lo que fue la 'morisca' del Arcipreste.
Nadie lo sabe. Nadie sabe con una mínima aproximación lo que fue (o cómo fue) el instrumento que le viene bien al Arcipreste para su descripción de la fiesta con atambores estruendosos. A menos, claro, que alguien haya tenido una charla con Juan Ruiz a través del tiempo y del espacio.
Yo creía que había quedado todo claro con el texto de Pepe Rey que ha citado Silvestre, y lo mismo ha sido así (ojalá), pero por si acaso me parece que lo más conveniente será dar una pincelada sobre cómo a lo largo de los años una serie de escritores y tratadistas (alguno no poco importante) han ido creando un constructo (gracias por el término, Silvestre) que lamentablemente no resuelve ningún problema (como debería hacer un constructo que se precie) sino que, desgraciadamente, lo crea.
Ya sabemos que en la primera mitad del siglo XIV Juan Ruiz menciona multitud de instrumentos, entre ellos la 'guitarra morisca' y la 'guitarra latina'. El Arcipreste no nos dice cómo eran esas guitarras y no conocemos ninguna fuente contemporánea que nos permita saber más o identificarlo con algún otro dato o documento.
Pero, antes o después, alguien tendría que salir y colocar el nombre a un instrumento de la iconografía o proceder a describir sus características. Seguramente muchos lo hicieron antes pero el autor y fecha más antigua que me viene ahora a la memoria es Mariano Soriano Fuertes y su Historia de la Música. En 1855 se publica el primer tomo de la Historia de la música española desde la venida de los fenicios hasta el año de 1850. En la página 105 Soriano nos explica cómo era la guitarra que mencionó Juan Ruiz. Es increíble que cuatro siglos después pueda hacerlo con tal exactitud, pero don Mariano procede (y tengo la impresión de que esto no lo toma de Ponzoa):
Bien. Ya la tenemos definida. ¿Para qué queremos más? Así que cuando un escritor del XIX quiere describir las costumbres de Andalucía, siendo la guitarra el paradigma de lo andaluz y de lo español, ¿por qué no mencionar la 'guitarra morisca'? Y, ya puestos, la apriscamos con el instrumento que se nos antoje:
Don Benito Mas y Prat, en gesto patriota y nacionalista, no sólo describe la 'morisca' como pariente de la bandurria o vihuela de péñola, sino que da cuenta de la victoria final de la 'latina' sobre la africana. Esto ocurre en un artículo que publica La Ilustración Española y Americana el 22 de julio de 1882.
Abriese la fiesta don Mariano u otro personaje anterior, la 'morisca' toma entidad y forma, y alguien tan importante y poco sospechoso como Felipe Pedrell, maestro de Manuel de Falla e instigador de los intereses musicológicos de Pujol, no se corta un pelo cuando nos habla del tan traído y llevado instrumentejo (si es que era pequeño, que esto es otra suposición, esta vez mía para no desentonar):
Después de que Pedrell aporte toda esta información en su Emporio científico é histórico de organografía musical antigua española (1901), a ver quién es el valiente que cuestiona la existencia y definición del controvertido instrumento. Y, a partir de ahí, serán decenas los libros y artículos que mencionen, repitan, alteren, supongan, y, en definitiva, tergiversen la referencia al instrumento.
Y todo por un nombre...
Querido Arcipreste: Fue usted poco previsor. Ya vé la que hemos liado. Podía Vuestra Ilustrísima haber gastado un poco más de tinta en una anotación al margen de su poema y darnos alguna info de interés y no sólo un nombre.
Porque eso es lo único que tenemos: un nombre.
Y ahora, queridos amigos, les dejo que me voy un ratito a tañer mi 'guitarra morisca'...