Festival Internacional de la Guitarra de Córdoba - Julio 2009

Reseña del Concierto de David Russell - 7 de julio de 2009

por Jesús Melchor​


El 7 de julio asistimos al concierto ofrecido por David Russell dentro del 29 Festival de la Guitarra de Córdoba.

La Sala Orive de la ciudad andaluza se quedó pequeña para volver a escuchar al maestro. Son varias las ediciones en las que el Festival le ha invitado y las mismas en las que el público ha salido encantado de su concierto.

El programa estuvo dividido en 4 grandes bloques: un primer grupo de transcripciones de obras del periodo barroco; Sonata RV 46 de Antonio Vivaldi, Pastorale BWV 590 y Aire BWV 1068 de J. S. Bach, Les silvains, Les barricades misterieuses y Les tours de passe-passe de François Couperin. Un segundo bloque con obras de Francisco Tárrega en homenaje al 100 aniversario de su muerte que celebramos en 2009; Paquita, Sueño, Las dos hermanitas y Alborada. Un tercer grupo con el Adagio et Polonaise de Dionisio Aguado y una obra dedicada al intérprete por el compositor Steve Goss titulada El llanto de los sueños y un último bloque con transcripciones de Isaac Albéniz; Zambra granadina y Torre Bermeja.

A estos bloques formales, habría que añadirles un último que siempre suele ser bastante extenso en los conciertos de David Russell y que esta vez nos dejó un poco con las ganas de seguir escuchándole, que es el bloque de los “bises”, en el que interpretó, entre otras obras, la Serenata Española de Joaquín Malats y una de sus famosas transcripciones de música irlandesa My gentle harp.

Las personas que conocen el trabajo de David Russell, supongo que no van a sus conciertos a escuchar las últimas composiciones de vanguardia ni experimentos sonoros con cinta magnetofónica. David Russell sabe muy bien cuál es el repertorio en el que se encuentra más a gusto, el que mejor sabe tocar y con el que más va a conectar con el público.

Las obras que Russell elige para transcribir son representativas del instrumento para el que fueron compuestas y su transcripción intenta mantener el espíritu propio del instrumento original (muchas veces visto por unos prismáticos puestos del revés), pero siempre manteniendo la esencia de las mismas. Son transcripciones de gran dificultad técnica, buscando la fidelidad con el original, que Russell resuelve con una facilidad natural.

Siempre el resultado sonoro sobresale sobre el ejercicio técnico, del que sólo nos damos cuenta los guitarristas (sobre todo cuando intentamos tocar alguna de sus transcripciones). El oyente no guitarrista que conozca el repertorio original, echará en falta los matices del bajo continuo en Vivaldi, los colores de la orquesta en el Aire de Bach, la inmensidad del órgano en la Pastorale, la ligereza del clave en las obras de Couperin… pero los que están acostumbrados a escuchar todo eso reducido a seis cuerdas, no podrán mas que admirar el esfuerzo y notable resultado del trabajo de Russell para ofrecer obras de los grandes compositores en nuestro instrumento, tal como nos demostró en el recital.

Las obras de Francisco Tárrega en los dedos de Russell harían levantarse de la tumba al propio Tárrega para disfrutar de sus composiciones como él las habría imaginado. No he conocido a nadie que iguale a Russell interpretando a Tárrega (y eso que lo he buscado…). Russell con el tiempo, ha superado en directo las grabaciones que hizo de la obra completa del compositor de Villareal. Sus glissandos y rubatos son únicos y consigue hacer que estas obras de salón nos lleguen con una frescura y vitalidad que nos carga de energía para estallar en aplausos efusivos al término de su interpretación.

La obra de Steve Goss titulada El llanto de los sueños, obra incluida en su último Cd titulado For David, estuvo precedida por unas palabras del intérprete y una lectura del poema de Lorca Las seis cuerdas en el que está inspirada la obra y de cuyo primer verso ha tomado el título: La guitarra hace llorar a los sueños… Quizá necesitemos una segunda audición para poder apreciar los matices de esta nueva composición en la correcta interpretación de Russell.

Albéniz nos llegó con la agilidad del piano en los dedos de los grandes intérpretes, con la seguridad del que interpreta música después de haberla interiorizado y con la musicalidad propia del intérprete que logra una perfecta comunicación con el público.

Los bises siempre suelen ser un regalo para los oídos. Las obras más conocidas que los cantantes dejan para el final para que el público las cante con ellos y se vayan a casa con la sensación de haber sido partícipes del concierto. En este caso no iba a ser menos. Entre los regalos, un toque de humanidad de Russell dedicando una de ellas a todos los trabajadores del festival, desde el personal de limpieza hasta los conserjes, sin los cuáles el Festival no funcionaría tan bien.

Hubo una manera de tocar la guitarra después de Segovia, otra después de Bream… y evidentemente hay otra manera después de David Russell ¿Cuántos alumnos de conservatorio han imitado su estilo, su repertorio e incluso sus gestos en el escenario?... para llegar a la conclusión de que Russell solo hay uno.

David Russell está en la edad madura, edad en la que otros intérpretes empiezan a vivir de las rentas. No es su caso, trabaja tanto o más que antes y demuestra en cada concierto una gran profesionalidad, digna de los más grandes, que el público sabe agradecer en cada aplauso.

Después del concierto, varios alumnos del festival, los recién llegados LAGQ y amigos personales del matrimonio Russell, fuimos a tomar unas cañas y picar algo. Los alumnos más jóvenes estaban encantados de sentarse junto al “Maestro” y poderle preguntar cualquier cosa, y muchos no se dieron cuenta (y que me perdonen David y María Jesús por lo que voy a contar), pero el intérprete que nos acababa de regalar los oídos y nos había hecho pasar unos momentos inolvidables, pagó la consumición de todos los presentes. A la mitad les acababa de conocer…

Detalles de gran humanidad como éste hacen todavía más grande la figura de David Russell.

Así como los grandes jugadores de fútbol crean afición, los grandes maestros también. Esperemos tener David Russell por muchos años.

Jesús Melchor​

Entrevista a David Russell en www.guitarra.artelinkado.com
 

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Muchas gracias, Jesús, por esta interesante y pormenorizada crónica.

Por lo que puedo leer David estuvo a su nivel habitual, es decir, superlativo. Siendo así, estoy seguro de que el público disfrutó sobremanera.

Como tú bien dices al final de la crónica, que nos dure muchos años.

Salud y suerte.
 
cbaixo hace cinco meses dijo:
...
'Festival de mucho lustre
en Córdoba sin parangón...,
¿otorgarán crédito y fuste
Mme Ciganer, ex-dama ilustre,
y Don Alberto Ruiz-Gallardón?'
...

:twisted: :twisted: :twisted:

;)

cbaixo
 
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