Guitarra y Magisterio Educación Musical

Buenos días, Irene. Tienes más razón que un santo (santa, en este caso). No sé qué mecanismo mental me ha llevado a equivocarme (probablemente mi particular pelea con el tema de la promoción interna o que habré pensado que hablábamos de que un maestro podía opositar a Secundaria sin la licenciatura, o qué sé yo... igual es falta de sueño), pero es exactamente como dices.

Otro saludo
 
Evidentemente el Sistema Educativo actual, prolonga la obligatoriedad de la enseñanza, algo que por un lado está bien, pero, ¿a quién perjudica?.
A mi manera de ver las cosas, perjudica a muchos:
1.-La mayoría de los licenciados no están preparados para "educar" a alumnos-as de 12 años, y digo educar en vez de enseñar, porque esos niños estaban mejor en los colegios, con un maestro y tutor, que los conoce bien, que tiene una mayor relación con las familias, que sabe sus problemas, y que mejor que nadie puede ayudarles y enseñarles el camino de la superación y del estudio.
2.-El grupo de alumnos-as que no dejan trabajar a los demás, qué pasa con ellos, ellos son otros perjudicados del sistema, por una parte, si ves quienes son, en el fondo son buenos chavales, pero qué pasa con ellos, pasa que la mayoría de las veces, les ha tocado vivir una vida difícil, les falta su padre o su madre, problemas en las casas, etc, esos chavales, si estuvieran en una escuela taller aprendiendo un oficio, y en vez de llevar doce asignaturas, tuvieran lenguaje, matemáticas, y materias que necesiten para su profesión, ellos en vez de sentirse inútiles y frustrados, se sentirían ilusionados, y trabajarían. Ya no serían los molestos de la clase, los que esperan a cumplir los 16 años, para poder irse, mientras que están de brazos cruzados, esperando que llegue ese cumpleaños liberador.
3.-Luego otro de los dilemas, es el enorme gasto que lleva Educación, enseñando idioma a los inmigrantes, profesores de apoyo, para los alumnos-as que van mal, o tienen discapacidad, y que todos ellos tienen derecho a que se les apoye y ayude a superarse.
Pero por qué no se gasta el gobierno, también dinero, en todos los alumnos-as que tienen de altas capacidades, para apoyarlos, en vez de aburrirlos en las clases hasta el extremo de que incluso fracasen educativamente, cuando de esos talentos, quizá tengan los futuros científicos, médicos, ingenieros, músicos...y un largo etc, que llevaran el progreso del país en todos sus campos.


Es penoso, pero son muchas cosas las que fallan, y los profesores, son unos sufridores del sistema.


Un saludo
Maribel
 
1.-La mayoría de los licenciados no están preparados para "educar" a alumnos-as de 12 años, y digo educar en vez de enseñar, porque esos niños estaban mejor en los colegios, con un maestro y tutor, que los conoce bien, que tiene una mayor relación con las familias, que sabe sus problemas, y que mejor que nadie puede ayudarles y enseñarles el camino de la superación y del estudio.

:shock: Maribel, ¿no crees que esta generalización que haces es un poco injusta?

Un saludo
 
No me parece injusta, no es lo mismo tener un maestro, y algún especialista, que tener 10 o más, a los cuales lo único que les importa es su asignatura, y que les da lo mismo que esos alumnos tengan dos o tres exámenes en el mismo día, más los correspondientes deberes. Un niño-a a esa edad no están preparados para eso, salen a flote, los inteligentes y los que tienen la suerte de tener en casa padres que les pueden ayudar, o padres que les pueden pagar clases particulares.
No hablo por hablar, soy maestra además de licenciada, he trabajado en la escuela y en un instituto, y además lo vivo como madre, tengo hijos de esas edades.

Un saludo
Maribel
 
Maribel, doy por hecho que no hablas "por hablar" pero me sigue pareciendo injusto lo que dices, en tu anterior mensaje y en este. No voy a seguir con este tema, porque tengo la sensación de que no va a ser una discusión enriquecedora.

Un saludo
 
Siempre hay sus excepciones, afortunadamente. Pero lo que te he escrito, lo he vivido en primera persona, y sí, es injusto, pero no porque yo lo diga, sino porque pasa.
Un saludo
Maribel
 
Bueno, no quería continuar pero, ya que insistes, yo no dudo que lo que cuentas sea lo que tú has vivido. Sin embargo, tomar como representativa tu experiencia personal y generalizar a partir de ahí no es justo.

- MUCHOS profesores de instituto están "preparados para "educar" a alumnos-as de 12 años". Muy preparados, diría yo.

- MUCHOS profesores de instituto "conocen bien" a sus alumnos, tienen "relación con las familias", "saben sus problemas", y hacen lo imposible por "ayudarles y enseñarles el camino de la superación y del estudio"

- Por último, conozco muy pocos a los que "lo único" que les importe sea "su asignatura".

Un saludo
 
Está claro, que tu experiencia personal es distinta a la mía, en todo caso. Espero que no te tomes esto como algo personal, y además he dicho que hay excepciones, en todo hay quien trabaja con ilusión, y desempeña bien su labor, y quien manda a los alumnos 50 actividades y se pone hacer sudokus, y luego ni las revisa.
Y sí, termino el comentario, porque la verdad es que tendría mucho que decir, bueno y malo, claro está.

Un saludo, buena tarde
Maribel
 
¿Bueno y malo? Pero Maribel, si lo que has dicho ha sido todo malo :D. Venga, lo dejamos, tranquila que no me lo tomo como nada personal sino profesional y es en ese sentido que considero injustos tus comentarios.

Un saludo y buen (lo que queda de) domingo :adios:
 
Buenos días, os dejo el enlace a un magnífico artículo sobre el nuevo invento del MEC (el máster de docencia) y sobre el papel tan "importante" que ha desempeñado en la debacle de la enseñanza la jerga psicopedagógica. El artículo es claro desde su propio título: "La estafa del enseñar a enseñar".

Un saludo
 
¿Que esperais de un sistema que imparte estudios superiores de música equivalentes a todos los efectos a una licenciatura y que se pasa el bachillerato por el forro?

No es necesario tenerlo para acceder al conservatorio superior, el examen sustitutorio es una broma y si el candidato tiene cualidades interpretativas suficientes estoy seguro de que no tiene ni siquiera peso.

Un grado superior abarca además de la enseñanza, la investigación, y hay gente que no tiene los conocimientos de redacción necesarios para argumentar nada, harto estoy de verlo. De ahí se deriva el poco respeto que tiene la universidad por nuestras especialidades.

Yo soy partidario de que haya una escuela superior de interpretes cuyo único requisito sea saber tocar, para profesorado superior debería ser indispensable el bachillerato al menos.
 
Buenos días, os dejo el enlace a un magnífico artículo sobre el nuevo invento del MEC (el máster de docencia) y sobre el papel tan "importante" que ha desempeñado en la debacle de la enseñanza la jerga psicopedagógica. El artículo es claro desde su propio título: "La estafa del enseñar a enseñar".

Un saludo

Gracias Alberto por el artículo, muy bueno.

Respecto a la discusión anterior, creo que tanto Maribel como Alberto tenéis razón en lo que exponéis. Quizás uno tiene una visión más pesimista y el otro más esperanzadora. En todos los gremios hay buenos y malos profesionales.
Estoy con Alberto en que hay MUCHOS profesionales en la educación interesados en lo que hacen y con mucha pasión por su trabajo, pero también conozco a MUCHOS que hacen lo mínimo y hasta menos de lo que deberían.
No sé cuál sería el mejor sistema para lograr que, aquellos que deciden dedicarse a la educación, tuvieran un interés real por la enseñanza y los alumnos. Muchas veces lo he discutido con amigos y nunca llegamos a buenas conclusiones.

Un saludo,
Irene
 
En primer lugar, agradecer a Luis Briso de Montiano y a Javier Maíz sus amables palabras.

Continuar con algunos comentarios a las interesantes ideas que se han vertido últimamente en materia de Educación.


Empiezo con la idea aportada por Maribel en el punto 1 de su mensaje:

Habla Maribel de la importancia de la figura del tutor/a para los alumnos de Primaria y es incuestionable que quien no ha vivido esa situación (ser tutor/a) no puede llegar a entender plenamente todas las connotaciones que conlleva, lo que representa el tutor/a para el alumnado y los vínculos que se crean con el paso del tiempo. Un tutor/a conoce muy bien a todos sus alumnos y puede sacar de ellos frutos que cualquier otro maestro/a no podria siquiera imaginar. Son muchas horas juntos...

Pensemos en esta hipotética situación:

Ubiquemos a varios licenciados/as cada uno como tutor de una clase de primaria. El primer año sufrirán un poco, pero no mucho más que cualquier maestro/a que ejerza por primera vez. La experiencia hará que su segundo año como tutores/as trabajen mucho mejor. En un tercer curso podríamos decir que el/la "profe" es uno más en la plantilla.

Ahora pensemos la operación inversa:

Ubiquemos a varios maestros/as tutores/as de Primaria en la E.S.O. en alguna materia que dominen. Sólo verán al alumnado 3 horas a la semana, 4 horas si son tutores/as, más una quinta hora que queda "difuminada" en el papel, quedando sin aplicación práctica. Pronto se darán cuenta que no van a poder conocer al alumnado como en Primaria. No se pasa suficiente tiempo con los alumnos para alcanzar ese grado de conocimiento. Tendrán que amoldarse a la situación existente.

Esto es lo que le sucede al Profesorado titular de la E.S.O.

No creo que sea por falta de preparación que no consigan conectar convenientemente con el alumnado (tal como lo hace un tutor/a de Primaria) y poder contribuir decisivamente en su educación. Es una falta de tiempo. El profesorado en la ESO conoce al alumnado lo mejor que le permite el tiempo que comparten a la semana y en base a ese conocimiento actúa.

Es un problema estructural el que se plantea.

La figura del tutor/a en la E.S.O. es una figura que se va diluyendo inexorablemente en el complejo entramado de la Enseñanza Secundaria con el transcurso del curso académico (al contrario que en Primaria, donde se fortalece).

Una posible solución podría ser mantener una estructura similar a la Educación Primaria en los dos primeros cursos de la ESO, posibilitando que se acomoden los alumnos paulatinamente al nuevo entorno educativo.

No quiero insisitir, pero repito que no es la falta de preparación del profesorado la causa de que no funcione el Sistema Educativo. Esa no.

Para acabar con esta primera idea, imaginemos esta nueva situación:

Todo ese grupo de licenciados que no consiguen hacer funcionar a sus alumnos, vamos a situarlo en un nuevo Centro Educativo con las siguientes características (por suerte para algunos docentes estos lugares existen):

-Centro Concertado.
-Alumnado educado.
-Familias con alto nivel adquisitivo, implicadas en la educación de sus hijos.
-Seriedad y responsabilidad en el cumplimiento de las normas por parte de toda la Comunidad Educativa.

Con esto bastaría. Me atrevo a afirmar que todo ese profesorado al que se pudiera achacar "falta de preparación" ahora funcionaría de maravilla, impartiría unas clases muy instructivas y constructivas, cargadas de ilusión y, además, mostraría sus mayores virtudes en todo momento.

El profesorado licenciado está casi siempre (98 %) suficientemente preparado.

Se podría argumentar que para lo que no está preparado es para afrontar un Sistema Educativo que se derrumba a marchas forzadas. De acuerdo, pero tampoco lo están los supuestos profesores del imaginario Centro Concertado para acometer una nueva etapa docente en la Escuela Pública (¡qué poco durarían!). Ni esos, ni ningunos.



Sobre el punto 2 tratado por Maribel, decir que estoy muy de acuerdo con esta idea. Me da pie a mostrar una posible propuesta de cambio del actual Sistema Educativo.

Propongo la siguiente estructuración de los estudios (esta estructuración debe entenderse como una idea en conjunto, las materias podrían cambiarse por otras que se consideraran más convenientes):

1) Itinerario laboral: preparación a nivel práctica y teórica para diferentes empleos (mecánica, informática, peluquería, jardinería,...).

Dentro de este itinerario habría una sección con asignaturas optativas relacionadas con el Arte y la Cultura: Cine, Fotografía, Música Clásica, Música Pop, Manualidades, Historia del Arte, Taller de Vídeo, Teatro, Lectura y Escritura,...

2) Itinerario de habilidades sociales: desarrollo de la socialización y de estrategias socializadoras.

Es una enseñanza en la que todas las asignaturas son optativas:

Drogodependencias, Montañismo, Informática, Grupo de Relación (donde se habla de temas que sugieren los alumnos), Educación física,... y cualquier otra que sirva para dar una mínima formación en valores al alumnado. Añadiríamos las del punto 1.

3) Itinerario Universitario: pensado para las personas que quieren continuar estudios. Todos con el mismo currículo. La Música es obligatoria.

Dos puntos a tener en cuenta:

a) Es un sistema parecido al anterior a la LOGSE, pero hasta los 16 años.

b) Las personas que deciden cursar el Itinerario Universitario deben asumir obligaciones y deberes con total responsabilidad.En caso contrario serán trasladadas automáticamente a cualquiera de los otros dos itinerarios, donde el sistema las acogerá para tratar de enriquecer sus expectativas vitales.

He querido presentarlo porque lo considero una opción viable como punto de partida en la búsqueda de un Sistema Educativo Sostenible y Equitativo.



Sobre el punto 3 escrito por Maribel: yo me hago la misma pregunta.

Certera lanzada.



Sobre la aportación de 6Strings.

Totalmente de acuerdo contigo. No voy a repetir lo que tan bien has explicado.



Acabar agradeciendo a Alberto Royo sus aportaciones e interés por los temas relacionados con la Educación.



leromantique
 
Hola soy nuevo en este foro, he visitado esta web por casualidad (aunque la casualidad no existe) y he decidido intervenir.

En primer lugar felicitaros porque después de haber leído vuestras interesantes y a veces ingenuas intervenciones, he disfrutado de comprobar cómo de forma altruista dedicáis parte de vuestro tiempo a “ayudar a los demás”, aunque habría que pensar si este foro no es también una especie de “válvula de escape psicológica para docentes desilusionados”. En cualquier caso creo que los foros es una de las partes nobles de este gran mundo que llamamos Internet y este foro no hace más que corroborar mi opinión.

En segundo lugar (quizás debería haber sido el primero) presentarme, pues soy inspector de educación y creo que mi punto de vista puede aportar una visión algo diferente y espero que también constructiva para todos aquellos que tengan dudas y prejuicios.

Y ahora me gustaría contestar a muchas de las intervenciones que he visto y me han sugerido bondadosas respuestas y en algunas ocasiones confieso que algo maliciosas. Como no tengo tiempo, simplemente escribiré algunas observaciones que creo os pueden resultar interesantes y en algún caso no demasiado agradables.

Por un lado, creo que en ocasiones lo que estáis preguntando o reivindicando es algo así como “¿cómo puedo vivir mejor?” o “¿cómo puede la administración solucionar el problema de mi falta de vocación?”. Felicito al moderador que aunque a veces muestra su verdadera cara, en la mayoría de casos contesta asertivamente con gran acierto todas las intervenciones.

Por otro lado me gustaría aclarar que un profesor es un docente, no un mero transmisor de conocimientos. Entre sus funciones no está sólo la de enseñar contenidos conceptuales o procedimentales. Y no sólo me estoy refiriendo a los contenidos actitudinales, temas transversales, etc. Me refiero a las famosas competencias que deben adquirir los alumnos.

Quizás alguien piense que pueda resultar prepotente (aunque tras leer algunas de vuestras “excelentes intervenciones” creo que algunos han olvidado aquella frase de “sólo sé que no sé nada”). Pero ese es el problema, que yo hablo como inspector, pero vosotros, en ocasiones, no asumís vuestro papel de docente. La cuestión y lo que verdaderamente importa es que sois (o queréis ser) profesores con lo bueno y lo malo que eso comporta. Yo soy inspector y asumo mis responsabilidades, ya que es algo que he elegido voluntariamente, igual que vosotros ( y siento por los que estéis en la enseñanza porque no habéis encontrado trabajo en otros campos). Tampoco pretendo que no reivindiquéis aquellos cambios que creáis convenientes (como profesionales de la enseñanza) para la mejora de la calidad educativa del sistema educativo. Lo que no podéis pretender es que la administración educativa, ni los alumnos se adapten a lo que a vosotros os puede convenir a nivel personal. Como tampoco es conveniente que asumáis vuestro papel de manera sumisa y pasiva acatando las posibles disfunciones que se puedan derivar de aplicar una nueva normativa como ahora la LOE

Pero sí debemos ser conscientes de una realidad, y es que los profesores ( y por ejemplo los inspectores también) no deciden la normativa, sencillamente la aplicamos. Claro que es susceptible de ser modificada, pero no nos corresponde a nosotros esta tarea… ¿y a quién le corresponde?

Cuando escucho a los profesores de matemáticas que exigen más horas para impartir una asignatura considerada como instrumental, cuando escucho a los profesores de inglés que exigen más horas ya que sus alumnos no adquieren las competencias básicas necesarias para desenvolverse en el mundo tras cursar los estudios preuniversitarios; y cuando os escucho a vosotros… ¿quién tiene más razón?

Esa es la misión y visión de la administración, una visión objetiva que vosotros no podéis tener y desgraciadamente a veces una visión política que a veces vosotros también tenéis.

Nuestra profesión no es fácil ni difícil. Ahora mismo recuerdo cuando amigos me dicen aquello de “¡qué bien vivís los funcionarios!”. Yo contesto asépticamente “si quieres ser funcionario puedes presentarte a oposiciones” (y pienso: “y luego verás”)

Termino opinando que no soy partidario de la visión paternalista de algunos maestros de cara a sus alumnos pero tampoco la falta de implicación de algunos profesores. Debemos entender la enseñanza de una manera pragmática y realista (sin dejar de sentirnos orgullosos ni perder la ilusión de ser los verdaderos protagonistas de educar a los hombres del mañana). En el sistema educativo los alumnos son los alumnos, y los docentes sois los docentes. Es algo que debéis aceptar. Es algo como casarte, lo haces por propia voluntad y no para cambiar a tu pareja, sino porque la quieres tal como es, pero eso no significa que dejes de trabajar todos los días para conseguir una mejor convivencia, sin dejar de asumir y respetar a “la otra parte”

Un saludo afectuoso
 
En primer lugar felicitaros porque después de haber leído vuestras interesantes y a veces ingenuas intervenciones, he disfrutado de comprobar cómo de forma altruista dedicáis parte de vuestro tiempo a “ayudar a los demás”, aunque habría que pensar si este foro no es también una especie de “válvula de escape psicológica para docentes desilusionados”. En cualquier caso creo que los foros es una de las partes nobles de este gran mundo que llamamos Internet y este foro no hace más que corroborar mi opinión.

Gracias por las felicitaciones, Señor Dathormon. Seguro que estoy equivocado y perdone por tanto que se lo diga, pero en su manera de utilizar las comillas adivino una clase de ironía que personalmente no me gusta. Le diré que este es un foro dedicado a la Guitarra en casi todas sus vertientes y vista desde múltiples puntos de vista. Lo del foro de docentes desilusionados debe ser por algún otro lado.
Coincido plenamente con su percepción de los foros como una parte capital del vasto mundo de Internet.

En segundo lugar (quizás debería haber sido el primero) presentarme, pues soy inspector de educación y creo que mi punto de vista puede aportar una visión algo diferente y espero que también constructiva para todos aquellos que tengan dudas y prejuicios.

Disculpe, pero es que no se ha presentado usted. Yo soy José M. Bailo, profesor de Guitarra en un conservatorio de Zaragoza y es un placer saludarle.

Y ahora me gustaría contestar a muchas de las intervenciones que he visto y me han sugerido bondadosas respuestas y en algunas ocasiones confieso que algo maliciosas. Como no tengo tiempo, simplemente escribiré algunas observaciones que creo os pueden resultar interesantes y en algún caso no demasiado agradables.

Por un lado, creo que en ocasiones lo que estáis preguntando o reivindicando es algo así como “¿cómo puedo vivir mejor?” o “¿cómo puede la administración solucionar el problema de mi falta de vocación?”.

Si tiene usted respuestas maliciosas o poco agradables para el oído que ofrecer, le ruego por favor que no se reprima. Aquí todos los puntos de vista son aceptados siempre que se emitan desde el respeto y la educación. Cualidades que, aún sin conocerle, le presupongo.
Creo que lo de intentar vivir mejor es una aspiración humana desde que el mundo es mundo y es algo que, convendrá conmigo, no solo ocurre entre los profesores (o docentes). Tanto los servicios públicos como las empresas privadas se sustentan en personas y estas intentan prosperar y mejorar en todos los planos. Vivir mejor no es solo ganar más dinero o trabajar menos. Vivir mejor para un docente también es sentirse realizado y satisfecho con su trabajo y con la repercusión y transcendencia del mismo en sus alumnos. Si quiere, podemos debatir acerca de nuestros puntos de vista particulares sobre lo que consideramos sentirse realizado como profesor.

Felicito al moderador que aunque a veces muestra su verdadera cara, en la mayoría de casos contesta asertivamente con gran acierto todas las intervenciones.

No sé si está usted felicitando sinceramente a los moderadores de esta web o les (nos) está llamando hipócritas. ¿Podría aclararme esta duda, por favor?

Por otro lado me gustaría aclarar que un profesor es un docente, no un mero transmisor de conocimientos. Entre sus funciones no está sólo la de enseñar contenidos conceptuales o procedimentales. Y no sólo me estoy refiriendo a los contenidos actitudinales, temas transversales, etc. Me refiero a las famosas competencias que deben adquirir los alumnos.

Suscribo sus palabras.

Quizás alguien piense que pueda resultar prepotente (aunque tras leer algunas de vuestras “excelentes intervenciones” creo que algunos han olvidado aquella frase de “sólo sé que no sé nada”). Pero ese es el problema, que yo hablo como inspector, pero vosotros, en ocasiones, no asumís vuestro papel de docente.

Me resultaría difícil percibir prepotencia en sus palabras. A fin de cuentas ¿qué sabemos nosotros en comparación con un inspector que nos recuerda que está claramente por encima de nosotros en el escalafón educativo?
Yo tampoco estoy de acuerdo con algunas y a veces con muchas de las opiniones vertidas en este foro, pero para eso está la posibilidad de rebatir y argumentar. Nunca me burlaría de ellas como usted sí ha hecho. ¿Quién de entre nosotros, según su criterio, está capacitado entonces para verter su opinión aquí? ¿Quién da y quita razones con carácter absoluto?

La cuestión y lo que verdaderamente importa es que sois (o queréis ser) profesores con lo bueno y lo malo que eso comporta. Yo soy inspector y asumo mis responsabilidades, ya que es algo que he elegido voluntariamente, igual que vosotros ( y siento por los que estéis en la enseñanza porque no habéis encontrado trabajo en otros campos).

No seré yo, desde luego, pero también habrá quien opine que los inspectores de educación lo son porque no tenían la suficiente valía como para ser docentes, pero bueno.
Usted ha encontrado su vocación en la inspección al igual que otros lo hemos hecho entre la música y la docencia. Cierto es que hay profesores que llegaron a la enseñanza por casualidad o porque era la única salida profesional digna que pudieron encontrar. También es cierto que muchos de ellos han acabado enamorados de su profesión y siendo dignísimos profesionales. Por el lado contrario, he conocido profesores vocacionales con un gran amor por la enseñanza, pero a los cuales su falta de conocimientos y/o preparación los ha condenado a la mediocridad más absoluta (siendo generoso).

Tampoco pretendo que no reivindiquéis aquellos cambios que creáis convenientes (como profesionales de la enseñanza) para la mejora de la calidad educativa del sistema educativo. Lo que no podéis pretender es que la administración educativa, ni los alumnos se adapten a lo que a vosotros os puede convenir a nivel personal. Como tampoco es conveniente que asumáis vuestro papel de manera sumisa y pasiva acatando las posibles disfunciones que se puedan derivar de aplicar una nueva normativa como ahora la LOE

Al final, las relaciones dentro de la cadena educativa (administración – profesorado – alumnado – padres) acaban siendo por fuerza un “entente cordiale” en el que todos aportan y todos tienen necesariamente que ceder en alguno de sus planteamientos y objetivos iniciales. Lo que está claro es que no todas las partes en juego pueden tener el mismo peso. Creo poder afirmar que usted y yo no estaríamos de acuerdo si cuantificásemos la importancia en el hecho educativo de cada una de esas partes, u ordenásemos las mismas por orden de relevancia siguiendo dichos criterios particulares.

Pero sí debemos ser conscientes de una realidad, y es que los profesores ( y por ejemplo los inspectores también) no deciden la normativa, sencillamente la aplicamos. Claro que es susceptible de ser modificada, pero no nos corresponde a nosotros esta tarea… ¿y a quién le corresponde?

Es una ampliación de lo que he opinado en el punto anterior. Creo que SÍ nos corresponde a los profesores (al menos en parte) el tener voz y voto sobre la normativa. Siendo retóricos, ¿acaso un cirujano no va a tener poder de decisión acerca de las técnicas quirúrgicas que va a aplicar a un paciente determinado?
No pretendo tener las respuestas correctas, pero lo que no es lógico es que las Leyes Educativas cambien de arriba abajo por el mero hecho de que el color político de un gobierno cambie. Todo profesional necesita estabilidad y un referente al que agarrarse y tan profesional considero al docente en su faceta como al alumno en la de aprender.

Cuando escucho a los profesores de matemáticas que exigen más horas para impartir una asignatura considerada como instrumental, cuando escucho a los profesores de inglés que exigen más horas ya que sus alumnos no adquieren las competencias básicas necesarias para desenvolverse en el mundo tras cursar los estudios preuniversitarios; y cuando os escucho a vosotros… ¿quién tiene más razón?

Posiblemente todos y ninguno la tienen. Quizá sería necesario tomar decisiones antes sobre las prioridades que sobre lo superfluo. Ciencias, Humanidades, Artes, Materias prácticas... todo tiene cabida en el currículo y es normal que cada “gremio” quiera lo mejor para su materia de referencia y considere que el tiempo que los planes de estudios le dedican es insuficiente. El caso es que los alumnos (desde niveles de Educación Infantil hasta la Universidad) de hoy en día acuden a los centros tantas o más horas que lo que nosotros lo hacíamos en nuestro tiempo como estudiantes. Pero en cambio, es de opinión generalizada que salen con menos preparación. ¿La culpa? La ratio de alumnos por aula, tecnócratas, burócratas, profesores, alumnos, los padres, la sociedad, Internet, el Susum Corda... Como suele decirse: "entre todos la mataron y ella sola se murió".

La Escuela (en mi opinión particular y subjetiva), no está para educar, sino para instruir, dotar de competencias a los educandos y reforzar de manera general el proceso educativo. A la misma velocidad que los padres se han alejado de las responsabilidades educativas, La Escuela ha perdido peso y pujanza en cuanto a la educación, para pasar a ser un mero vehículo de instrucción y socialización.

Esa es la misión y visión de la administración, una visión objetiva que vosotros no podéis tener y desgraciadamente a veces una visión política que a veces vosotros también tenéis.

¿Podría argumentar el porqué no podemos tener una visión objetiva de ese tema?

Nuestra profesión no es fácil ni difícil. Ahora mismo recuerdo cuando amigos me dicen aquello de “¡qué bien vivís los funcionarios!”. Yo contesto asépticamente “si quieres ser funcionario puedes presentarte a oposiciones” (y pienso: “y luego verás”)

Es justo lo que yo le contesto a los míos. Consigue tu licenciatura, sigue formándote durante años, prepara y gana tus oposiciones (cosa sencilla...) y luego a ¿disfrutar?

Termino opinando que no soy partidario de la visión paternalista de algunos maestros de cara a sus alumnos pero tampoco la falta de implicación de algunos profesores. Debemos entender la enseñanza de una manera pragmática y realista (sin dejar de sentirnos orgullosos ni perder la ilusión de ser los verdaderos protagonistas de educar a los hombres del mañana). En el sistema educativo los alumnos son los alumnos, y los docentes sois los docentes. Es algo que debéis aceptar. Es algo como casarte, lo haces por propia voluntad y no para cambiar a tu pareja, sino porque la quieres tal como es, pero eso no significa que dejes de trabajar todos los días para conseguir una mejor convivencia, sin dejar de asumir y respetar a “la otra parte”

Me gusta el párrafo, se lo digo con toda sinceridad. Pero es que leyendo y releyendo entiendo que su opinión es que los profesores debemos centrarnos en hacerlo lo mejor posible (cosa que evidentemente comparto) pero sin molestar a “los de arriba”. La moraleja de dicho párrafo y corríjame si me equivoco, es que asumamos nuestro rol secundario y no intentemos poner en tela de juicio lo que la Administración hace. Se ve que también en la Educación “los caminos del Señor son inescrutables”.

Un saludo afectuoso

Otro para usted.
 
El "Tiempo", elemento fugaz e inabarcable en nuestras vidas...

Me disponía a descansar cuando, como de costumbre, he buscado en el apartado de nuevos e-mails y he descubierto un nuevo mensaje en el foro, en el tema de Educación.

Abro el foro para ver de qué se trata y encuentro una intervención firmada por el nuevo usuario "dathormon". Tras la lectura, comprendo rápidamente que no voy a poder descansar tranquilo sin opinar prontamente sobre su mensaje.

En primer lugar decir que me parece muy interesante la presencia de un inspector educativo en el foro, pues así podrá contestar a algunas preguntas, mostrando un punto de vista quizá distinto al de un docente.

Me da la impresión que un tono generalista rige en toda su intervención. La concreción no abunda, aunque como ha dicho, quizá la causa sea la falta de Tiempo...

Una vez dicho esto, presento algunas dudas a dathormon.

1) Puedes explicar qué intervenciones son ingenuas y por qué lo son. Me gustaría saberlo.

2) No puedo dejar sin comentar las frases:

creo que en ocasiones lo que estáis preguntando o reivindicando es algo así como “¿cómo puedo vivir mejor?” o “¿cómo puede la administración solucionar el problema de mi falta de vocación?”.

Respecto a la primera. Afirmas que has leído las intervenciones y opiniones desde el inicio del tema. ¿Estás seguro? ¿Ha sido una lectura profunda o superficial? ¿Dónde aparecen tales reivindicaciones? ¿Son predominantes hasta el punto de exponerlas como referente?

Yo creo que no. Sí se habla de pretender una dignidad hacia el docente que parece se pierde conforme evoluciona nuestra sociedad en el Tiempo. Sí se habla de una realidad precaria en todo el Sistema Educativo y en la Sociedad. También se habla de una Administración absolutamente inoperante... por diversos motivos.

Respecto a la segunda. ¿Seguro que todo el profesorado carece de vocación? ¿Cuánto tiempo hace que no impartes en un aula? ¿Sabes cómo es la realidad cotidiana de un aula? Espero una sincera respuesta que pueda situarnos mejor ante tus opiniones y perspectivas.

Comentar otra interesante frase:

Lo que no podéis pretender es que la administración educativa, ni los alumnos se adapten a lo que a vosotros os puede convenir a nivel personal".

Ciertamente, habla dathormon de "malicia" y aquí nos la muestra en su grado más alto.

Evidente que un docente no debe buscar su "conveniencia personal", pero ¿dónde aparece tal idea?

Lo único que se ha expuesto es que la situación educativa está muy degradada, tanto que a veces resulta insostenible. Y como consecuencia de esa realidad se proponen cambios e ideas que redunden en el bien de todo el Sistema Educativo, de forma que la Educación que transmita la Escuela sea lo más provechosa para el alumnado y su formación como personas.

No sólo se debe pretender, sino también exigir que sea la Administración la que realice los cambios pertinentes para que el Sistema funcione lo mejor posible. Es verdad que, desgraciadamente, no nos corresponde a nosotros, los docentes, modificar la normativa, pero podemos y debemos opinar y exigir. Se necesitan cambios urgentes y quien no lo vea así no conoce la realidad de la Educación.

Te pregunto, dathormon: ¿Qué opinas al respecto? ¿Son necesarios cambios urgentes?

3) Voy a retomar una idea que sugerí en el primer mensaje de este tema y que aún no ha tenido lugar a opinión (curiosamente) entre las personas del foro.

Sugerí un cambio en la especialidad de Educación Musical (suficientemente explicado en su momento).

Mis preguntas para dathormon son:

¿Quién podría realizar un cambio así a nivel administrativo?

¿Es la Administración consciente de su inoperancia y falta de perspectiva?

¿Sería muy difícil acometer un cambio así?

Me gustaría que se pudieran extrapolar estas preguntas a otros cambios demandados a lo largo de este tema, con el fin de estar más ilustrados (sin ironía) respecto a este y otros temas sobre los que nos puedas informar desde tu posición de inspector.

Podría seguir largo y tendido comentando la aportación de "dathormon", pero, como imaginaba, el "Tiempo" corre en mi contra y hoy ya no va a poder ser.


Se despide leromantique.
 
Última edición por un moderador:
Estoy totalmente de acuerdo en que un buen profesor debe tener una adecuada formación musical. Pero también creo que para que cualquier músico se convierta en docente, es necesario una formación mínima de 3 o 4 años en didáctica y pedagogía.

Creo que no es suficiente el CAP, es muy poco tiempo. Todos los licenciados, en cualquier especialidad, no sólo en música, para ejercer como maestro, además de su especialidad deberían estudiar Magisterio.

Para poder educar y enseñar son necesarios unos profundos estudios de didáctica, pedagogía y psicología. Creo que también es muy importante recalcar esto.
 
:shock:¿Tres o cuatro años de "didáctica y pedagogía"? Y después, para más inri, añades un "conocimiento profundo de psicología". Me tienes asombrado, Santiago. ¿Y en qué consisitirían esos conocimientos que consideras tan importantes y que durarían casi lo mismo que la propia carrera universitaria?
 
¿Que esperais de un sistema que imparte estudios superiores de música equivalentes a todos los efectos a una licenciatura y que se pasa el bachillerato por el forro?

No es necesario tenerlo para acceder al conservatorio superior, el examen sustitutorio es una broma y si el candidato tiene cualidades interpretativas suficientes estoy seguro de que no tiene ni siquiera peso.

Un grado superior abarca además de la enseñanza, la investigación, y hay gente que no tiene los conocimientos de redacción necesarios para argumentar nada, harto estoy de verlo. De ahí se deriva el poco respeto que tiene la universidad por nuestras especialidades...

:applauso: :applauso: :applauso:

cbaixo
 
La carrera de Magisterio incluye entre otras asignaturas:

- Didáctica General
- Teorías e Instituciones Contemporáneas de Educación
- Psicología del Desarrollo en Edad Escolar
- Psicología de la Educación
- Bases Psicológicas de la Educación Especial

Uno de los grandes problemas de los institutos y en general con la educación de adultos está en la deficiente formación pedagógica de los profesores. Algo que no se da en primaria.

A enseñar se aprende. No dudo que haya personas que tengan un talento innato para enseñar, pero la pedagogía es una ciencia.

Para enseñar además hay que tener conocimientos profundos de psicología, insisto. No es lo mismo enseñar a un niño de 10 años que a un adolescente de 20 o a un adulto de 40. Sencillamente los procesos de pensamiento son diferentes. Y HAY QUE CONOCERLOS.

Cuatro años, son muy pocos para considerarse un maestro. En realidad, yo no me atrevería a considerarme un maestro al menos sin haber recorrido medio mundo, tener dos o tres carreras, y tener 50 o 60 años.

Sócrates era un maestro. Pero hoy en día cualquiera se llama maestro.

Toda información es poca a la hora de ser maestro. Un auténtico maestro no para nunca de aprender y de tener ganas de saber más.
 
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