HOLA A TODOS:
Cuando era pequeño soñaba con tocar el piano, será porque en mi familia había y hay grandes pianistas famosos, quizás. Lo que recuerdo que cuando mi madre ponía música de piano, sobre todo el concierto para piano nº1 de Chopin en mi menor, yo flotaba por el aire.
A mi hermana mayor le regalaron una guitarra de luthier para su cumpleaños de 15 pero nunca la tocó porque no le interesaba la música. Yo un día la descubrí y le estiré varias cuerdas con el clavijero hasta cortárselas; tendría 8 o 9 años. A los 14, en el instituto, muchos tocaban la guitarra y había un "conjuntito" que tocaba música de la época y algo de los Beatles, etc. Me entusiasmó el aprender acordes y canciones. Mi madre me inscribió en el conservatorio del barrio (vivía en aquel entonces en argentina) y voy a dar con un excelente lugar: Conservatorio Albistur, donde pude conocer al maestro Albistur y escucharlo tocar (escuela de F. Tárrega) y tomé clases con Eduardo Thénon, gran guitarrista.
Pocos años después compré un piano y comencé a estudiar desaforadamente debatiéndome entre los dos instrumentos. Luego de años ganó la guitarra. Si bien las posibilidades armónicas y de registro en el piano son inmensas, la dulzura, el misterio, la riqueza armónica, la sonoridad y la compañía intimista que ofrece la guitarra me cautivaron enamorándome definitivamente.
Con el piano he encontrado una interesante variante y ahora que compré un teclado YAMAHA Clavinova, toco los preludios, fugas, invenciones de Bach en sonido de cuerdas o combinado con coro, o los corales de Bach, igualmente en registro de coro y es alucinante; eso como terapia de relax vespertina...
Bueno, amigos, os dejo que voy a tocar, por supuesto, la guitarra.