Anular en la música antigua...

No, sé pero a ver si alguien puede confirmarlo del todo pero creo que los consejos que te dio son matices técnicos que están muy bien aplicados a un laudísta, pero no para un guitarrista, sino no se entiende que te dijera que te cortaras las uñas y no utilizaras el anular en este tipo de música consejo éste que no acabo de ver claro el porqué.

Por cierto, ¿nos puedes explicar en qué consiste el bariolage?

Gracias

Joaquim Salinas dijo:

No, sé pero a ver si alguien puede confirmarlo del todo pero creo que los consejos que te dio son matices técnicos que están muy bien aplicados a un laudísta, pero no para un guitarrista, sino no se entiende que te dijera que te cortaras las uñas y no utilizaras el anular en este tipo de música consejo éste que no acabo de ver claro el porqué.

Por cierto, ¿nos puedes explicar en qué consiste el bariolage?

Gracias

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Respecto a los comentarios de Willaim creo que tienes razón, yo también opino igual. Él razonaba lo del anular de la siguiente manera: que la pulsación obtenida a través de este dedo no producía un sonido lo suficientemente cálido como para asemejarse a un laúd o tiorba. Yo tampoco lo entendí así, creo que si tocas una transcripción para guitarra, debe escucharse como tal. Pero... la verdad es que era bastante fundamentalista, ya que afirmaba que las obras para laúd, vihuela, y demás no deberían interpretarse en guitarra moderna. En fin... opiniones bastante puristas. Yo no lo veo así, ya que el hecho de interpretarlas en guitarra amplía el repertorio y eso siempre es bueno.

El bariolage es una técnica consistente en arpegiar varias cuerdas (algunas pulsadas con la mano izquierad y otras al aire), resultando así un contraste tímbrico realmente interesante. Por ejemplo esta técnica se suele emplear en las digitaciones más difundidas del Preludio en Mi Mayor BWV 1006 de J. S. Bach (concretamente en los compases 4 y 6)


Saludos :adios:

..."En la parcela exclusiva de la cuerda, Vivaldi se permite diabluras técnicas que lo emparientan a un siglo de distancia con Niccolo Paganini; así sus Bariolage (alternancia veloz de dos notas en dos o más cuerdas); Funken (parecido al anterior y consistente en trémolos sobre notas distanciadas); Vögelchen (trinos sobre las notas sobreagudas); Scordatura (cambios anormales en la afinación del instrumento); o Raketen (secuencias de fusas y semifusas)."


Roger Alier

de "Enciclopedia Salvat de los Grandes Compositores"

Imagino, por lo que comentáis, que el bariolage consiste en utilizar las cuerdas al aire a modo de campanella. Al hilo de todo esto, recuerdo que Carles Trepat comentaba, hablando de las transcripciones, que era un error olvidar que nuestro instrumento es la guitarra y que sus características son las que son (cito, por supuesto, de memoria). Yo estoy muy de acuerdo con esto, me parece que está muy bien tratar de captar el espíritu del instrumento original para el que se escribió la música que vamos a interpretar (está claro que la pulsación era muy diferente en un laúd barroco y no está mal buscar un tipo de pulsación adecuada en la guitarra), pero sin pretender "copiar" unas características que no tiene el nuevo instrumento.

En cuanto al tema de las uñas, me resulta un poco radical "acabar con ellas" (pobres), a no ser que decidas dedicarte por completo a la música antigua, para lo cual sería mejor que directamente interpretaras con instrumentos antiguos. Sí que es cierto que el sonido cambia mucho según la longitud de las uñas. A mí me gusta tocar más bien con poca uña, lo que sí hago es adaptarlas a las circunstancias del repertorio que tengo entre manos. Hace poco tuve dos conciertos con un mes, aproximadamente, entre ambos. En el primero debía tocar música para vihuela y guitarra barroca, para lo que llevé uñas bastante más cortas. En el segundo, el repertorio era contemporáneo y preferí la longitud habitual. Cuando el repertorio es más variado e incluye obras de distintas épocas, el asunto es más complicado, a no ser que toques con el "kit del guitarrista" al lado y te hagas la "manicura" entre obra y obra, teniendo cuidado en programar primero la música antigua, para no quedarte sin uñas y tener que recurrir a postizas, lo que alargaría bastante el concierto... :mrgreen:

Es cierto... Nuestro instrumento es la guitarra. Pero lo que es innegable es que intentar ampliar los recursos de la guitarra siempre es bueno porque estimula nuestro ingenio a la hora de resolver problemas del repertorio. Grandes concertistas lo han mencionado en varias ocasiones, argumentando que, de ser de otro modo, el repertorio "antiguo" para guitarra se vería notablemente reducido.

...es como el caso del vibrato. Algunos maestros reniegan de esta técnica gritando "ESTO NO ES UN VIOLÍN!"... pero ¿qué pasa si embellece el pasaje en cuestión?.

Sinceramente, no me imagino alguna de las Sonatas del gran Giuliani sin usar el vibrato ligeramente al final de las veloces escalas que incluyen.


Creo que hay que saber que le viene bien a cada obra, y elegir siempre en beneficio de la musicalidad.

Saludos